PALABRAS
Durante siglos la enseñanza más cruel fué la de no cuestionar nunca las doctrinas, la de acatar la palabra sin escucharse a uno mismo ni su sentir...
La palabra como tal fué y será siempre un arma que crea o destruye, que propulsa y/o retiene; la más letal daga jamás forjada por un ser.
Una palabra te completa el universo o te crea el vacío mas grande. Nunca creas que la controlas, porque hasta en las lenguas más hábiles esta falla y se alía con la mentira.
Si será importante la palabra que desde que nacemos, siempre será nuestro primer gran logro, y aunque solo sean balbuceos, valdrá más que aprender a caminar... la palabra...
Hablemos de el lado oscuro de la palabra, de como la misma palabra tiene su doble filo y no suena igual en diferentes bocas.; digamos como que la lengua define su intencionalidad.
Se dieron cuenta que la palabra RESPETO tanto te defiende como te puede atacar? Lo notaron?
Respeto es la palabra que al golpear es capaz de llenarnos el cuerpo de orgullo o vaciarnos por completo, tan solo al cambiar la forma en que la lengua es capaz de ejecutarla; de dispararla.
Lo mismo la palabra AMOR, aunque esta si es pesada, es la que más vidas salva y/o destruye. Muchas veces el placebo que un oído ansioso y un corazón pequeño anhelan escuchar, mucho antes que caminar...
A ver, seamos claros, la palabra, sin una intencionalidad atrás no genrea nada, pero siempre mantiene su poder de fuego, es igual que una bala, sin alguien que la use no genera daños.
Desde pequeños la vida y las enseñanzas nos van queriendo moldear en el uso de las palabras, las aprendemos a usar por inercia y cada día más, se junta con la mentira y llegan a crear un vínculo tan fuerte, que después ya no pueden vivir una sin la otra.
Si seá importante escucharnos y sentir las cosas que decimos, de darle el verdadero valor a esas palabras que soltamos, que le dejamos caer a los demás encima. Porque la diferencia entre ser sincero y la verdad, será siempre daño que no quieras causar...
Respetemos y cuidemonos siempre de ese lado oscuro e irrespetuoso que maneja la palabra, podemos llegar a darnos un tiro en el pie al intentar caminar.
Una palabra nos puede escudar pero nunca nos va a proteger. Un buen y claro ejemplo de esto es la FE, en la que muchos se refugian. Puede ser vista como ese paraguas al que te aferras durante la tormenta más fea, y aunque si, te mojas y el viento te da pelea, ese paraguas te permite seguir avanzando hasta llegar a tu destino. No te protegió de las tormentas, pero te escudó el tiempo necesario para que tu puedas llegar.
Pero hay que darse cuenta que la fe debe ser real, y ser utilizada de una forma sincera para con uno mismo, ya que si coinciden con la mentira en la misma lengua, se vuelven un caramelo amargo y un refugio sin techo... un paraguas roto..
Marcelo Pereyra 2022.