La hija del Pescador.

-hola buen día, me das 200 gramos de camarón?

-servite, algo más precisabas?

-plomadas vendes!?

-si, pero hace días que el proveedor no me trae, disculpá…

-jaja tranki, no hay problema, muchas gracias igual. Hasta luego!

-'ta luego vecino, buena pesca!...

Hoy les presento a Julián, 65 pirulos, divorciado, jubilado, padre y fiel pescador.

A Julián le apasiona ser todo esto que les dije, ama ser padre, y ama ser un “viejo jubilado con mucho tiempo para dedicarle a la pesca” y así lo hace religiosamente esas 3 veces a la semana bien temprano.

Julián siempre arranca bien temprano, antes de las 6 AM ponganlé, rumbo a la escollera Sarandí, a su Shangri-la. A veces ni mate lleva, le da pereza andar limpiándose las manos pa no dejar la bombilla con olor a pescado, se dice para el mismo como autoconvenciendose, pa no cargando mucho… quién no tuvo de esas mini discusiones “auto justificativas” alguna vez jaja.

Como conté antes, Julián tiene 1 hija, Marina (se nota el fanatismo jeje). Marina tiene 37 años, profesional, separada (que no es lo mismo que divorciada) y vive sola a unas cuadras de la casa de su padre. La vida, por varias razones, propias de Marina y/o ajenas a ella, no le habían obsequiado hijos. En su mejores épocas de amor lo profesional supo ser prioridad, muy bien pensado dirían algunos, después que lo profesional se estableció el amor tambaleó y puff… otra vez se jodió el esquema. Marina lamenta a veces su esquemática obsesión para con la vida, acarrear esa agenda mental que, como un placebo, le da calma... Aunque muchas veces destruye más de lo que ordena.

Domingo de junio, 5:30 de la matina, por suerte fresco y sin viento, clima ideal para el pescador. Julián ya desayunado y presto a salir recibe un mensajito de Marina:

*Viejo, podés venir a casa hoy? Quiero que charlemos. Ah, si vas a pescar abrigate que está fresco. Te amo, cuidate*

El pobre Julián quedó emocionado e intrigado, aunque también lleno de orgullo por saber que ese “te amo, cuídate” es fruto de sus enseñanzas como padre, de las cosas bien hechas… en fin, Julián guardo el celular y arrancó.

Siendo no más de las 11 de la mañana viene volviendo Julián, pero no fue para su casa, se fue derechito para lo de Marina, quería saber de una vez que pasaba.

Llega, toca 2 veces timbre… 1 vez más, capaz no anda bien el timbre… la cuarta es la venci…

-hola pa, tocaste timbre!? A veces hay que darle 3 o 4 veces porque no anda bien…

-no mi negrita, recién recién llegué… ;)

-buenísimo entonces, pasá!

-de qué querías hablar mija?

-sentate, almorzamos y charlamos, dale que no venís nunca!

-jaja bueno, me convenciste!

Almuerzo distendido, puesta a punto en varios tópicos, sin agenda ni protocolo, pero se va acabando el almuerzo y lo que había generado ese sms no quería aparecer, y Julián se dio cuenta de algo, que ese almuerzo era una calesita de temas que giraban sobre un miedo… cosas que solo detectan los padres.

-que te anda pasando hija? Qué es lo que me querés decir y no te animas?

- … no nada, dejá, ya me olvidé…

-Marina!

-… bueno... estemmm... viejo... el día que vos no estés... con quien me abrazo yo?

A Julián no se le hizo un nudo en la garganta, se le atravesó una plomada y de las más grandes…

-porqué me preguntas esto mijita??

-porque si, mirame, mirá mi vida… no hay otro afecto que el tuyo en mi vida…

-nuuu Mari mi amor, no pienses esas cosas, sos una mujer joven aún, no pienses esas pavadas jaja.

-no son pavadas papá, por ser como soy arruiné muchas posibilidades de ganar más afectos que plata, estudie más libros que mensajitos de amor… cuánto tiempo he perdido viejo!?

Cuanta realidad no amigos? A cuántos les pasó o pasa? Cuántos de nosotros pensamos más en la plata o en su falsa paz,que en la familia, dónde quedan los afectos mientras tanto?

-lo bueno de todo esto hija, es que lo estás viendo, vos misma te estás despertando… te felicito porque a muchos les cuesta y a veces nunca lo hacen. Vení, vamos para mi casa ahora a tomarnos unos mates y te explico mejor, capaz te terminas de despertar jaja…

-dale…

Y ahí se fueron, siguieron su historia, su charla, su apredizaje y su vida. Marina decidió seguir usando esa agenda, pero para hacer dibujos, anotarse canciones que le gustan, o algún número que le pasen por ahí, nunca más una reunión de negocios, esas iban con un papelito en la heladera de última.

Así fue como ella se dio cuenta a tiempo que la vida pasa muy rápido y decidió volverse una pescadora, como su viejo. Eligió vivir el tiempo libre de un jubilado, afrontar con mucha fe las pescas de la vida y que lo material dura, pero no dura tanto como una abrazo bien dado o un te amo al final de un mensaje a la mañana.

Madre? Nunca lo sabré, pero si lo fue, tuvo un gran tutor, le tengo mucha fe ;)

Marcelo Pereyra.